“El programa me está yendo muy bien, estoy mejor que antes, mucho más tranquila, aprovecho más el día y lo paso mejor”. Así resume Eva los últimos meses de su vida. Esta malagueña es una de las 4.045 personas con enfermedad mental que participa en el programa de Acompañamiento Integral que llevan a cabo las entidades FEAFES.
Eva vive en un piso gestionado por la asociación AFESOL en la localidad malagueña de Torremolinos. Gracias a este programa, una profesional de la entidad le acompaña tanto en las citas médicas como en las gestiones cotidianas, actividades que Eva antes tenía dificultades para hacer por sí misma. Y es que este recurso apoya a la persona tanto en su propio domicilio, como en su entorno más cercano.
Su compañero de asociación David, destaca que este programa, en el que participa desde hace 7 meses, le ha ayudado a “planificar las tareas y las actividades diarias”. Este malagueño de 32 años siente que el programa le permite “mucha independencia” y la confianza y seguridad de poder contar con el apoyo continuo de un profesional.
Por su parte, Juan Carlos reconoce que participar en este programa ha supuesto un “cambio radical”, puesto que antes se encontraba “desmejorado”. Tras un ingreso hospitalario, empezó a participar en las actividades de la asociación y ha logrado organizarse su tiempo y sus quehaceres diarios. “Ellos han apostado por mí, y yo estoy cumpliendo”, sostiene orgulloso.
Garantía de tratamiento
Desde la Confederación Españolade Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES) señalan la importancia de este programa puesto que en muchas ocasiones es “el primer contacto de la persona con enfermedad mental con el resto de recursos”.
En 2011, la Confederacióngestionó la subvención con cargo al IRPF del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para que 127 entidades miembro pudieran cofinanciar las actividades del programa de Acompañamiento Integral – Atención Domiciliaria durante ese periodo.
El presidente de FEAFES, José María Sánchez Monge, defendió la necesidad de aumentar el alcance de este programa debido a que es capaz de garantizar que las personas con algún tipo de trastorno mental obtengan atención. “La atención domiciliaria no debe considerarse una ‘propina’ de los servicios sociales ni sanitarios sino que se trata de uno de los recursos imprescindibles” para que “nadie se quede fuera del sistema de atención”, explicó. “Así se recoge en el artículo 20 dela Ley General de Sanidad y el artículo 19 dela Convención dela Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con Discapacidad”.
“La última boya”
Para Sánchez Monge, “cuando una persona no recibe atención, su trastorno se ve empeorado y suele sufrir aislamiento social”. Esto, que no es poco, en lo referido a la persona como ser humano. “En lo que concierne a lo económico, factor que a muchos preocupa últimamente, cabe recordar que las hospitalizaciones terminan produciéndose con mayor frecuencia, generando malestar para la persona y enormes costes económicos al sistema sanitario”.
Por eso, apuntan desde FEAFES, son tan necesarios este tipo de programas, puesto que en muchas ocasiones se convierten en “la última boya” a la que puede aferrarse una persona con trastorno mental e iniciar así su proceso de recuperación.
Además, desde FEAFES recuerdan que el servicio de Atención Domiciliaria contemplado en la Ley de Autonomía Personal no se ajusta bienal tipo de apoyo que precisan las personas con enfermedad mental. Por lo que este programa, denominado a partir de 2012 como “Acompañamiento integral” es, según la entidad, “distinto y complementario, está reconocido en nuestro ordenamiento jurídico y ahorra enormes costes en hospitalizaciones, por lo que no debe verse afectado de ninguna manera por los recortes”.
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Más de 4 mil personas con enfermedad mental recuperan su autonomía
16/08/2012
El programa de Acompañamiento Integral – Atención Domiciliaria evita el aislamiento y permite la recuperación a personas con trastorno mental grave. Según FEAFES, el programa pretende garantizar la continuidad en los tratamientos para que “nadie se quede fuera” de recibir atención.
“El programa me está yendo muy bien, estoy mejor que antes, mucho más tranquila, aprovecho más el día y lo paso mejor”. Así resume Eva los últimos meses de su vida. Esta malagueña es una de las 4.045 personas con enfermedad mental que participa en el programa de Acompañamiento Integral que llevan a cabo las entidades FEAFES.
Eva vive en un piso gestionado por la asociación AFESOL en la localidad malagueña de Torremolinos. Gracias a este programa, una profesional de la entidad le acompaña tanto en las citas médicas como en las gestiones cotidianas, actividades que Eva antes tenía dificultades para hacer por sí misma. Y es que este recurso apoya a la persona tanto en su propio domicilio, como en su entorno más cercano.
Su compañero de asociación David, destaca que este programa, en el que participa desde hace 7 meses, le ha ayudado a “planificar las tareas y las actividades diarias”. Este malagueño de 32 años siente que el programa le permite “mucha independencia” y la confianza y seguridad de poder contar con el apoyo continuo de un profesional.
Por su parte, Juan Carlos reconoce que participar en este programa ha supuesto un “cambio radical”, puesto que antes se encontraba “desmejorado”. Tras un ingreso hospitalario, empezó a participar en las actividades de la asociación y ha logrado organizarse su tiempo y sus quehaceres diarios. “Ellos han apostado por mí, y yo estoy cumpliendo”, sostiene orgulloso.
Garantía de tratamiento
Desde la Confederación Españolade Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES) señalan la importancia de este programa puesto que en muchas ocasiones es “el primer contacto de la persona con enfermedad mental con el resto de recursos”.
En 2011, la Confederacióngestionó la subvención con cargo al IRPF del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para que 127 entidades miembro pudieran cofinanciar las actividades del programa de Acompañamiento Integral – Atención Domiciliaria durante ese periodo.
El presidente de FEAFES, José María Sánchez Monge, defendió la necesidad de aumentar el alcance de este programa debido a que es capaz de garantizar que las personas con algún tipo de trastorno mental obtengan atención. “La atención domiciliaria no debe considerarse una ‘propina’ de los servicios sociales ni sanitarios sino que se trata de uno de los recursos imprescindibles” para que “nadie se quede fuera del sistema de atención”, explicó. “Así se recoge en el artículo 20 dela Ley General de Sanidad y el artículo 19 dela Convención dela Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con Discapacidad”.
“La última boya”
Para Sánchez Monge, “cuando una persona no recibe atención, su trastorno se ve empeorado y suele sufrir aislamiento social”. Esto, que no es poco, en lo referido a la persona como ser humano. “En lo que concierne a lo económico, factor que a muchos preocupa últimamente, cabe recordar que las hospitalizaciones terminan produciéndose con mayor frecuencia, generando malestar para la persona y enormes costes económicos al sistema sanitario”.
Por eso, apuntan desde FEAFES, son tan necesarios este tipo de programas, puesto que en muchas ocasiones se convierten en “la última boya” a la que puede aferrarse una persona con trastorno mental e iniciar así su proceso de recuperación.
Además, desde FEAFES recuerdan que el servicio de Atención Domiciliaria contemplado en la Ley de Autonomía Personal no se ajusta bienal tipo de apoyo que precisan las personas con enfermedad mental. Por lo que este programa, denominado a partir de 2012 como “Acompañamiento integral” es, según la entidad, “distinto y complementario, está reconocido en nuestro ordenamiento jurídico y ahorra enormes costes en hospitalizaciones, por lo que no debe verse afectado de ninguna manera por los recortes”.
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“El programa me está yendo muy bien, estoy mejor que antes, mucho más tranquila, aprovecho más el día y lo paso mejor”. Así resume Eva los últimos meses de su vida. Esta malagueña es una de las 4.045 personas con enfermedad mental que participa en el programa de Acompañamiento Integral que llevan a cabo las entidades FEAFES.