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    [post_content] => Edurne PasabanEdurne Pasaban pasará a la historia como la primera mujer del mundo en escalar las 14 montañas más altas del planeta, 14 picos que superan los 8.000 metros y que hasta que lo logró ella, solo 20 personas en todo el mundo habían conseguido coronar. Todos hombres.
Pero lo que no todo el mundo sabe es que esta alpinista tuvo un problema de salud mental, cuya recuperación considera como su “ochomil más difícil”. Su relato, lleno de ilusión, esfuerzo, constancia y valentía nos anima a seguir adelante, día a día, luchando por nuestras metas. Es un honor y un privilegio el que haya querido compartir su experiencia con nosotros.
- ¿Cómo surgió el reto de ser la primer mujer en subir los 14 picos más altos del mundo?
Cuando ya había escalado nueve montañas de más de 8.000 metros yo no me dedicaba a esto profesionalmente, sino que trabajaba como camarera en un restaurante familiar. Empecé a tener muchas dudas sobre si debía dejarlo todo por el alpinismo o no, pero la vida me hizo ver que escalar montañas era mi vida y que yo era feliz haciendo aquello, aunque mi entorno no lo quisiera así.
Entonces en el año 2007, con 9 ochomiles ya escalados, fue cuando tomé la decisión de llevar a cabo el proyecto de mi vida: intentar escalar los 14 ochomiles y convertirme en la primera mujer del mundo en hacerlo.

“El superar un reto como aquel tan difícil me dio fuerza para afrontar todo lo demás”

Edurne Pasaban en el K2 - De los 14 ochomiles  ¿cuál es el que más te ha marcado y por qué? Todos han sido importantes en mi vida, pero podríamos decir que el que más me ha marcado es el K2, que escalé en 2004.  (Edurne se refiere a la segunda cima más alta del mundo, con 8.611 metros, la montaña de las montañas para los alpinistas por ser la más difícil y peligrosa de escalar). Está considerada una de las montañas más difíciles de la tierra y aunque para entonces yo ya había escalado 6 ochomiles, no tenía muy claro si estaba preparada para poder enfrentarme a una montaña tan difícil como esa. (El descenso de esta cumbre fue para ella una lucha al límite por la supervivencia, que terminó en una larga y dolorosa recuperación en el hospital.) Tenía mucho miedo, pero me enfrenté al K2  aquel año. Fue una expedición complicada pero cuando volví, gané en confianza en mí misma, el superar un reto como aquel tan difícil me dio fuerza para afrontar todo lo demás. -  El Everest, el “techo del mundo” con 8.848 metros, fue el primero en 2001. ¿Qué sentiste al llegar a la cima esa primera vez? La verdad es que fue un poco decepcionante.  Yo me había imaginado muchas veces que la primera vez que hiciera una cumbre de 8.000 metros, una inmensa felicidad me iba a invadir y que iba llorar y demás…. Quizá hemos visto muchas películas, pero la verdad es que cuando llegué a la cumbre de aquel primer ochomil la sensación fue otra: querer bajar rápido. Disfruté muy poco en la cumbre, disfruté de ella después, en el campo base.

“El proyecto de mi vida: escalar los 14 ochomiles y convertirme en la primera mujer del mundo en hacerlo”

Edurne Pasaban en el Everest - ¿Cuál ha sido el reto más difícil al que te has enfrentado? Mi ochomil más difícil fue salir de una depresión que me mantuvo 4 meses en un hospital en el 2006. Durante ese año no escalé ninguna montaña, pero fue para mí el ochomil más complicado. - ¿No te daba miedo “salir del armario” y decir públicamente que tenías un problema de salud mental? ¿Qué te empujó a hacerlo? Para nada.  Por desgracia en nuestra sociedad este tema es tabú, pero un problema de salud mental lo tiene mucha más gente de la que nos pensamos. Todo el mundo ha pasado en algún momento de su vida por un bache complicado, estoy segura. La vida no es fácil, y enfrentarte a ella, complicado, pero tener un problema de salud mental es tener una enfermedad como todas las demás. Creo que, algunas veces, se piensa que las personas como yo somos invencibles y que no tenemos problemas, pero todos somos iguales. Espero que pueda servir mi ejemplo para conseguir que la salud mental no sea un tabú y pueda ayudar aunque sea a una persona. - ¿Te has sentido estigmatizada tras expresar que tenías una depresión? No, no creo. Yo no lo he sentido por lo menos. Me han tratado igual y respetado igual.

“Algunas veces se piensa que las personas como yo somos invencibles y que no tenemos problemas, pero todos somos iguales”

Edurne Pasaban descansando en su tienda de campaña - ¿El deporte ha sido terapéutico para ti? ¿Crees que ha influido en tu recuperación? Sí, mucho, creo que es muy bueno hacer deporte. El deporte ayuda mucho a sentirte mejor y en mi caso, plantearme un objetivo como el de los 14 ochomiles, fue mi camino, el camino que dio sentido a todo. Yo siempre digo que el alpinismo 75% es mental y el 25% físico. Es muy importante tener buen físico, pero es mucho más importante tener fuerza mental, hay que superar momentos y situaciones complicados y enfrentarse a retos que son imposibles de superar sin esa fortaleza.

“En nuestra sociedad este tema es tabú, pero un problema de salud mental lo tiene mucha más gente de la que nos pensamos”

Edurne Pasaban - Antes de acabar la entrevista, dinos ¿tú qué aconsejarías a las personas que están pasando por lo mismo? Primero, que sepan que este es un problema que tiene más gente de la que pensamos. Segundo, que sean fuertes y que sepan que para salir de una depresión la llave la tienen ellos mismos, que pidan ayuda. Yo pedí ayuda y les dije a mis padres que me quitaran aquello que tenía dentro. El estar ingresado en un hospital no es nada malo, los médicos ayudan, la medicina ayuda. Muy importante, no dejar de tomar la medicación. Si sirve de ayuda, yo comencé en el 2007 y escalé ochomiles con medicación, hasta que la dejé en el 2011. Si se pueden escalar ochomiles con medicación se puede hacer todo. Y, para terminar, hay que aprender a quererse. Lo importante es quererse a uno mismo y poder rodearse de buena gente, amigos, familia… gente que te importe de verdad y que te quieran. Entrevista publicada en el nº 1 de la Revista Encuentro del año 2017. [post_title] => “Mi ochomil más difícil fue salir de una depresión” [post_excerpt] => Entrevista a la alpinista Edurne Pasaban, publicada en el nº 1 de la Revista Encuentro del año 2017. [post_status] => publish [comment_status] => closed [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => entrevista-depresion-edurne-pasaban [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2019-11-19 17:06:33 [post_modified_gmt] => 2019-11-19 17:06:33 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://consaludmental.org/?p=33524 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )

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“Mi ochomil más difícil fue salir de una depresión”

21/07/2017

Entrevista a la alpinista Edurne Pasaban, publicada en el nº 1 de la Revista Encuentro del año 2017.

Edurne PasabanEdurne Pasaban pasará a la historia como la primera mujer del mundo en escalar las 14 montañas más altas del planeta, 14 picos que superan los 8.000 metros y que hasta que lo logró ella, solo 20 personas en todo el mundo habían conseguido coronar. Todos hombres.
Pero lo que no todo el mundo sabe es que esta alpinista tuvo un problema de salud mental, cuya recuperación considera como su “ochomil más difícil”. Su relato, lleno de ilusión, esfuerzo, constancia y valentía nos anima a seguir adelante, día a día, luchando por nuestras metas. Es un honor y un privilegio el que haya querido compartir su experiencia con nosotros.
– ¿Cómo surgió el reto de ser la primer mujer en subir los 14 picos más altos del mundo?
Cuando ya había escalado nueve montañas de más de 8.000 metros yo no me dedicaba a esto profesionalmente, sino que trabajaba como camarera en un restaurante familiar. Empecé a tener muchas dudas sobre si debía dejarlo todo por el alpinismo o no, pero la vida me hizo ver que escalar montañas era mi vida y que yo era feliz haciendo aquello, aunque mi entorno no lo quisiera así.
Entonces en el año 2007, con 9 ochomiles ya escalados, fue cuando tomé la decisión de llevar a cabo el proyecto de mi vida: intentar escalar los 14 ochomiles y convertirme en la primera mujer del mundo en hacerlo.

“El superar un reto como aquel tan difícil me dio fuerza para afrontar todo lo demás”

Edurne Pasaban en el K2
– De los 14 ochomiles  ¿cuál es el que más te ha marcado y por qué?
Todos han sido importantes en mi vida, pero podríamos decir que el que más me ha marcado es el K2, que escalé en 2004.  (Edurne se refiere a la segunda cima más alta del mundo, con 8.611 metros, la montaña de las montañas para los alpinistas por ser la más difícil y peligrosa de escalar).
Está considerada una de las montañas más difíciles de la tierra y aunque para entonces yo ya había escalado 6 ochomiles, no tenía muy claro si estaba preparada para poder enfrentarme a una montaña tan difícil como esa. (El descenso de esta cumbre fue para ella una lucha al límite por la supervivencia, que terminó en una larga y dolorosa recuperación en el hospital.)
Tenía mucho miedo, pero me enfrenté al K2  aquel año. Fue una expedición complicada pero cuando volví, gané en confianza en mí misma, el superar un reto como aquel tan difícil me dio fuerza para afrontar todo lo demás.
–  El Everest, el “techo del mundo” con 8.848 metros, fue el primero en 2001. ¿Qué sentiste al llegar a la cima esa primera vez?
La verdad es que fue un poco decepcionante.  Yo me había imaginado muchas veces que la primera vez que hiciera una cumbre de 8.000 metros, una inmensa felicidad me iba a invadir y que iba llorar y demás…. Quizá hemos visto muchas películas, pero la verdad es que cuando llegué a la cumbre de aquel primer ochomil la sensación fue otra: querer bajar rápido. Disfruté muy poco en la cumbre, disfruté de ella después, en el campo base.

“El proyecto de mi vida: escalar los 14 ochomiles y convertirme en la primera mujer del mundo en hacerlo”

Edurne Pasaban en el Everest
– ¿Cuál ha sido el reto más difícil al que te has enfrentado?
Mi ochomil más difícil fue salir de una depresión que me mantuvo 4 meses en un hospital en el 2006. Durante ese año no escalé ninguna montaña, pero fue para mí el ochomil más complicado.
– ¿No te daba miedo “salir del armario” y decir públicamente que tenías un problema de salud mental? ¿Qué te empujó a hacerlo?
Para nada.  Por desgracia en nuestra sociedad este tema es tabú, pero un problema de salud mental lo tiene mucha más gente de la que nos pensamos. Todo el mundo ha pasado en algún momento de su vida por un bache complicado, estoy segura. La vida no es fácil, y enfrentarte a ella, complicado, pero tener un problema de salud mental es tener una enfermedad como todas las demás.
Creo que, algunas veces, se piensa que las personas como yo somos invencibles y que no tenemos problemas, pero todos somos iguales. Espero que pueda servir mi ejemplo para conseguir que la salud mental no sea un tabú y pueda ayudar aunque sea a una persona.
– ¿Te has sentido estigmatizada tras expresar que tenías una depresión?
No, no creo. Yo no lo he sentido por lo menos. Me han tratado igual y respetado igual.

“Algunas veces se piensa que las personas como yo somos invencibles y que no tenemos problemas, pero todos somos iguales”

Edurne Pasaban descansando en su tienda de campaña
– ¿El deporte ha sido terapéutico para ti? ¿Crees que ha influido en tu recuperación?
Sí, mucho, creo que es muy bueno hacer deporte. El deporte ayuda mucho a sentirte mejor y en mi caso, plantearme un objetivo como el de los 14 ochomiles, fue mi camino, el camino que dio sentido a todo.
Yo siempre digo que el alpinismo 75% es mental y el 25% físico. Es muy importante tener buen físico, pero es mucho más importante tener fuerza mental, hay que superar momentos y situaciones complicados y enfrentarse a retos que son imposibles de superar sin esa fortaleza.

“En nuestra sociedad este tema es tabú, pero un problema de salud mental lo tiene mucha más gente de la que nos pensamos”

Edurne Pasaban
– Antes de acabar la entrevista, dinos ¿tú qué aconsejarías a las personas que están pasando por lo mismo?
Primero, que sepan que este es un problema que tiene más gente de la que pensamos. Segundo, que sean fuertes y que sepan que para salir de una depresión la llave la tienen ellos mismos, que pidan ayuda. Yo pedí ayuda y les dije a mis padres que me quitaran aquello que tenía dentro. El estar ingresado en un hospital no es nada malo, los médicos ayudan, la medicina ayuda. Muy importante, no dejar de tomar la medicación. Si sirve de ayuda, yo comencé en el 2007 y escalé ochomiles con medicación, hasta que la dejé en el 2011. Si se pueden escalar ochomiles con medicación se puede hacer todo. Y, para terminar, hay que aprender a quererse. Lo importante es quererse a uno mismo y poder rodearse de buena gente, amigos, familia… gente que te importe de verdad y que te quieran.
Entrevista publicada en el nº 1 de la Revista Encuentro del año 2017.