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AVASIS pide “Visibilidad, sin culpa ni vergüenza” frente al abuso sexual infantil
29/11/2024
La asociación sevillana AVASIS ha lanzado un manifiesto, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil, conmemorado el 19 de noviembre, en el que pide mayor visibilidad, sin culpa ni vergüenza, así como más recursos para sensibilizar, prevenir y atender a las víctimas. Además, recuerda que prevenir este tipo de abusos es una responsabilidad colectiva.
Manifiesto por el Día Mundial de la Prevención del Abuso Sexual Infantil de AVASIS
El abuso sexual infantil es una de las tragedias más devastadoras e invisibles que afecta a la infancia en todo el mundo. No entiende de fronteras geográficas, culturales, económicas ni educativas. Los estudios muestran que una de cada diez personas en nuestro país ha sido, está siendo o será víctima de abuso sexual antes de cumplir 18 años. Las estadísticas son alarmantes, pero aún es más perturbador saber que la mayoría de los abusos ocurren dentro de los hogares y en entornos de cuidado, a manos de familiares o personas de confianza. El abuso no es un hecho aislado ni anecdótico; es un problema colectivo que debe ser abordado de manera integral por todos los sectores de la sociedad.
Algunas niñas, niños y adolescentes logran hablar sobre su experiencia y recibir ayuda, pero son muchos más quienes no lo hacen. Algunos sufren en silencio durante años. Es desolador que la mayoría de las víctimas se sientan avergonzadas y culpables por lo sucedido. Es igualmente doloroso que quienes menos imaginamos puedan ser los responsables de romper la inocencia de un niño, afectando su vida para siempre. Y, por último, es igualmente grave que la sociedad, en su mayoría, permanezca en silencio.
Por eso hoy pedimos mayor visibilidad. Sin culpa ni vergüenza.
Prevenir el abuso sexual infantil: una responsabilidad colectiva
Prevenir el abuso sexual infantil es una tarea que nos corresponde a todas y todos. El primer paso y el más fundamental es la educación y la concienciación. Es esencial dar visibilidad a esta dolorosa y molesta realidad, y crear entornos donde niñas, niños y adolescentes se sientan seguros, escuchados y protegidos. Los abusadores juegan con el silencio, el miedo y la culpa. Aprovechan la vergüenza y la invisibilidad para continuar con su violencia. Solo si la sociedad escucha, si rompemos los tabúes, podremos dar voz a las víctimas.
Es hora de dejar de mirar hacia otro lado y comenzar a sanar, prevenir, detectar e intervenir contra estas atrocidades. El abuso sexual infantil es un problema de salud pública que requiere de la acción de todas y todos.
Hoy solicitamos:
1. Promover la sensibilización y la educación.
La concienciación debe comenzar desde la infancia. Podemos brindar a niñas, niños y adolescentes los conocimientos que pueden salvarles de ser víctimas. Debemos enseñarles que su cuerpo es suyo, y cómo identificar conductas inapropiadas. Hay que crear espacios de confianza en los que sepan que tienen derecho a decir “no” y a denunciar cualquier situación de abuso, sin miedo a ser culpabilizados o cuestionados.
Es igualmente importante llevar esta sensibilización a sus entornos más cercanos: las familias y la comunidad educativa que se relacionan con ellos de manera cotidiana. Debemos ofrecer charlas de prevención y sensibilización a familiares y promover programas de formación para los equipos docentes. Además, esta información debe ser extendida a profesionales sociales y sanitarios que trabajan con infancia en momentos de vulnerabilidad.
2. Mejorar la atención a las personas adultas supervivientes de abuso sexual infantil.
Es fundamental que las instituciones proporcionen más recursos para ayudar a sanar las secuelas, a menudo severas e incapacitantes, que enfrentan quienes han sufrido abusos sexuales en la infancia. Necesitamos mejorar la atención y cobertura de salud para las personas afectadas y crear centros de apoyo integral para supervivientes.
3. Incentivar políticas públicas concretas.
Es imperativo establecer mecanismos de denuncia accesibles y seguros, que protejan la identidad de la víctima y eviten la revictimización. Las políticas públicas deben incluir programas de prevención y protección que lleguen a todos los rincones de la sociedad. Además, deben incrementarse los servicios de apoyo a las personas supervivientes, ofreciendo asistencia legal, psicológica y social de manera integral.
4. Promocionar la responsabilidad social.
Necesitamos campañas de sensibilización e información que lleguen a toda la sociedad, así como promover la investigación y formación en el campo de la prevención y el acompañamiento a las personas supervivientes.
Un problema social de esta magnitud requiere de la implicación de todas y todos. Desde los gobiernos y las instituciones educativas, hasta las organizaciones sociales, las empresas y la ciudadanía en general. Las escuelas, centros de salud y organizaciones comunitarias deben ser espacios de confianza, donde niñas, niños y personas adultas supervivientes puedan sentirse escuchadas, comprendidas y apoyadas.
Solo si logramos que los abusos salgan de la invisibilidad y el silencio, podremos reducir las cifras pandémicas del abuso sexual infantil y ofrecer la atención que las personas supervivientes merecen.
Conclusión
Como personas supervivientes de abusos sexuales en nuestra infancia, hoy salimos del silencio para invitar a la sociedad a unirse a nuestro lema: Visibilidad. Sin culpa ni vergüenza.
Violaron nuestra vida. Éramos niñas, niños y adolescentes que no tuvimos dónde escondernos. El abuso terminó, pero el miedo y el dolor continúan. Las heridas no siempre son visibles porque van por dentro.
Visibilidad. Sin culpa ni vergüenza.
Ahora es tiempo de cuidarnos y de entender que el problema es de quien hace daño, no de quien es dañado. El tabú y el silencio pueden hacernos creer que el sufrimiento no existe, pero duele.
El abuso sexual en la infancia existe y es un problema de todas y todos.
Visibilidad. Sin culpa ni vergüenza.
AVASIS. Asociación de personas adultas supervivientes de abuso sexual en la infancia.