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[post_content] => [vc_row][vc_column width="1/2"][vc_column_text]Las guerras producen un daño psicológico de enorme sufrimiento en la población civil. El asedio, la violencia, las bombas, la muerte, el miedo, la separación de tus seres queridos, dejar atrás tu hogar, etc. son el escenario perfecto para un deterioro evidente de las condiciones de vida de las personas (materiales, económicas, sociales, culturales…) y, por lo tanto, de la salud mental. Además, eliminan toda la estructura social y económica, producen pobreza, marginación, exclusión y pérdida de valores éticos y morales.
“Los conflictos bélicos son letales para la salud mental de las personas”, advierte Nel González Zapico, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, “no podemos olvidar que las consecuencias de la guerra se prolongan mucho más allá del día en que terminan, porque dejan huella no solo en la estructura social y económica de un país, sino en la salud mental de las personas que la sufren, y que eso puede tener repercusiones muy importantes en el bienestar de la población a medio-largo plazo”. Por ello, la Confederación ha creado un documento de posicionamiento sobre conflictos bélicos y salud mental que se puede consultar en este enlace.
La OMS[1] calcula que el 10% de las personas que viven experiencias traumáticas suelen sufrir graves problemas de salud mental.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_single_image image="84893" img_size="full" onclick="link_image"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Además, los niños, niñas y adolescentes son especialmente vulnerables; según indica Mental Health Europa (MHE) [2], “las Experiencias Adversas en la Infancia (ACE, por sus siglas en inglés) tienen una poderosa relación con la salud física y mental de las personas adultas”.
Además, un estudio publicado por The Lancet[1] en 2019 actualizó, a peor, las estimaciones de la OMS: “Aproximadamente una de cada cinco personas en entornos posteriores a un conflicto tiene depresión, trastorno de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar o esquizofrenia”.
Impacto en la salud mental de personas refugiadas, desplazadas internas o migrantes
Parte de las poblaciones afectadas huyen de la violencia, la opresión, la hambruna, catástrofes humanas… Cuando las bombas y las balas son las que hablan, la supervivencia es la prioridad. Estas personas refugiadas, desplazadas internas y migrantes están expuestas a sufrir múltiples vulneraciones de sus derechos y de su dignidad. Un estudio publicado en el British Medical Journal[2] conecta un mayor riesgo de desarrollar síntomas psicóticos con el trauma de abandonar su país, sumado a las experiencias adversas vividas tras la huida (racismo, detenciones, desempleo, exclusión social, vulneraciones en los campos de refugiados…).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image="84901" img_size="full" onclick="link_image"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La mayoría de las personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas se sitúan en posición “infraciudadana”, según alerta la Comisión Española de Ayuda al Refugiado[1], enfrentándose a numerosos estereotipos y prejuicios, situación que se agrava por factores como “la posible situación administrativa irregular de la persona”.
A todo ello hay que sumar el hecho de que la “exposición a las escenas de guerra, hostilidad e historia de trauma previas al conflicto” está relacionada con el desarrollo del trastorno por estrés postraumático, según expone un documento[2] de la Universitat Autónoma de Barcelona.
Por otra parte, las personas que ejercen la violencia también sufren secuelas psicológicas. Por ejemplo, entre 2008 y 2017 alrededor de 60.000 veteranos de guerra estadounidenses se suicidaron, según datos[3] del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EEUU.
Efectos negativos de los conflictos bélicos en las personas con problemas de salud mental
SALUD MENTAL ESPAÑA incide en la necesidad de formación específica en salud mental del personal que realiza el traslado o evacuación de las personas con problemas de salud mental a zonas seguras.
Las personas con problemas de salud mental en situaciones de conflicto no pueden acceder al apoyo psicosocial o al tratamiento farmacológico que necesitan dentro de su país, pero cuando se encuentran en situación de desplazadas carecen de la “documentación” necesaria o de las habilidades y recursos necesarios para acceder a estos servicios esenciales para evitar un mayor deterioro de su estado de salud.
Sobre el tratamiento de los conflictos armados por parte de los medios de comunicación y la salud mental
La cobertura mediática de algunas situaciones bélicas o emergencias humanitarias es intensa y permanente, y se centra en gran medida en las experiencias personales de las víctimas. Las personas en la “periferia” del conflicto asistimos como espectadores/as al horror y sufrimiento humanos, lo que genera impotencia, incomprensión y puede incrementar los niveles de estrés y ansiedad.
Los medios de comunicación deben informar desde el rigor y el respeto a las víctimas, evitando la exposición explícita de las peores consecuencias sobre las personas (imágenes de cadáveres, por ejemplo), que pueden producir un trauma en las personas que reciben estas escenas, especialmente en niños y niñas. Además, desde SALUD MENTAL ESPAÑA avisan del error que supone vincular la violencia, maldad y avaricia de quienes impulsan los conflictos con un malestar de salud mental, algo que, además, estigmatiza gravemente a las personas que están sufriendo un problema de salud mental. Por ello, el tratamiento responsable de la información por parte de los medios de comunicación es fundamental.
Ciertas especulaciones (uso de armas nucleares, posible guerra mundial) causan miedo, incertidumbre, impactan directamente en la salud mental de la sociedad y son difíciles de gestionar. Una de las vías de escape ante tal presión es la solidaridad y una recomendación es el consumo responsable de la información.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/2"][vc_single_image image="84911" img_size="full" onclick="link_image"][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_column_text]Reivindicaciones
SALUD MENTAL ESPAÑA reclama la paralización de todos los conflictos bélicos a nivel global, en los que se están vulnerando los DDHH de la población civil a la que se expone a una situación de riesgo, pobreza y sufrimiento que precariza su salud mental.
También, pide a los países occidentales solidaridad en la acogida de personas refugiadassin discriminación por país de origen, etnia, color de piel, sexo, edad, discapacidad, etc. y la puesta en marcha de servicios de atención a la salud mental que permitan atender con urgencia a las personas que huyen de las guerras y a las que resisten en zonas de conflicto. Así como la disposición de recursos de apoyo a las personas con discapacidad, que sean públicos, gratuitos, universales y accesibles.
Otro factor decisivo para garantizar una gestión humana de estas crisis es la participación activa de las organizaciones sociales de la salud mental, tanto a escala europea como española, en el diseño, despliegue y seguimiento de las políticas y estrategias públicas de acogida a personas refugiadas o en otras situaciones de protección internacional, para que estas estructuras, sistemas y procesos sean inclusivos y accesibles y tengan presente la dimensión de la salud mental desde un enfoque de derechos humanos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Por último, se hace necesario dotar de apoyo material y económico a las ONG que realizan actividades humanitarias y sociales en campos de refugiados, fronteras, costas y en los países de destino para que puedan desempeñar su labor social, promoviendo la integración de la atención a la salud mental, con perspectiva de género y enfocada en las necesidades de cada persona.
[1] World Health Organization (2022), WHO psychological intervention effective in preventing mental disorders among Syrian refugees in Turkey.[2] Mental Health Europe (2022), The war in Ukraine can have devastating long-term consequences on the mental health of children and young people.[3] TFiona Charlson, PhD, Mark van Ommeren, PhD, Abraham Flaxman, PhD, Joseph Cornett, BS, Prof Harvey Whiteford, PhD, Shekhar Saxena, MD (2019), New WHO prevalence estimates of mental disorders in conflict settings: a systematic review and meta-analysis, The Lancet.[4] Cornelius Katona, medical director (2016), Non-affective psychosis in refugees. British Medical Journal Publishing Group Ltd.[5] CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) (2016),Informe sobre discriminación de personas migrantes y refugiadas en España.[6] Stella Evangelidou, Francisco Collazos, Adil Qureshi (2016), Guía Breve sobre el Apoyo en Salud mental/Psicosocial a los refugiados sirios en España. Norte de salud mental, vol. XIV, nº 55: 66-77. [7] Departamento de Asuntos de los Veteranos de EEUU (2019), 2019 National Veteran Suicide Prevention Annual Report.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/4"][vc_btn title="VOLVER A NOTICIAS" style="gradient-custom" gradient_custom_color_1="#ffffff" gradient_custom_color_2="#ffffff" gradient_text_color="#005b50" shape="square" align="center" i_icon_fontawesome="fa fa-chevron-circle-left" add_icon="true" link="url:%2Fnoticias%2F|title:NOTICIAS||"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][/vc_row]
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“Los conflictos bélicos son letales para la salud mental de las personas”
30/03/2022
SALUD MENTAL ESPAÑA recuerda el impacto inmediato, drástico y fatal que tienen los conflictos armados sobre la salud mental de las personas y pide el cese de la violencia, en este y en el resto de conflictos bélicos que deterioran las condiciones de vida y salud mental de miles de personas en todo el mundo. Reclama también que se garantice una acogida sin discriminaciones y el apoyo a las personas con problemas de salud mental.
Las guerras producen un daño psicológico de enorme sufrimiento en la población civil. El asedio, la violencia, las bombas, la muerte, el miedo, la separación de tus seres queridos, dejar atrás tu hogar, etc. son el escenario perfecto para un deterioro evidente de las condiciones de vida de las personas (materiales, económicas, sociales, culturales…) y, por lo tanto, de la salud mental. Además, eliminan toda la estructura social y económica, producen pobreza, marginación, exclusión y pérdida de valores éticos y morales.
“Los conflictos bélicos son letales para la salud mental de las personas”, advierte Nel González Zapico, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, “no podemos olvidar que las consecuencias de la guerra se prolongan mucho más allá del día en que terminan, porque dejan huella no solo en la estructura social y económica de un país, sino en la salud mental de las personas que la sufren, y que eso puede tener repercusiones muy importantes en el bienestar de la población a medio-largo plazo”. Por ello, la Confederación ha creado un documento de posicionamiento sobre conflictos bélicos y salud mental que se puede consultar en este enlace.
La OMS[1] calcula que el 10% de las personas que viven experiencias traumáticas suelen sufrir graves problemas de salud mental.
Además, los niños, niñas y adolescentes son especialmente vulnerables; según indica Mental Health Europa (MHE) [2], “las Experiencias Adversas en la Infancia (ACE, por sus siglas en inglés) tienen una poderosa relación con la salud física y mental de las personas adultas”.
Además, un estudio publicado por The Lancet[1] en 2019 actualizó, a peor, las estimaciones de la OMS: “Aproximadamente una de cada cinco personas en entornos posteriores a un conflicto tiene depresión, trastorno de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar o esquizofrenia”.
Impacto en la salud mental de personas refugiadas, desplazadas internas o migrantes
Parte de las poblaciones afectadas huyen de la violencia, la opresión, la hambruna, catástrofes humanas… Cuando las bombas y las balas son las que hablan, la supervivencia es la prioridad. Estas personas refugiadas, desplazadas internas y migrantes están expuestas a sufrir múltiples vulneraciones de sus derechos y de su dignidad. Un estudio publicado en el British Medical Journal[2] conecta un mayor riesgo de desarrollar síntomas psicóticos con el trauma de abandonar su país, sumado a las experiencias adversas vividas tras la huida (racismo, detenciones, desempleo, exclusión social, vulneraciones en los campos de refugiados…).
La mayoría de las personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas se sitúan en posición “infraciudadana”, según alerta la Comisión Española de Ayuda al Refugiado[1], enfrentándose a numerosos estereotipos y prejuicios, situación que se agrava por factores como “la posible situación administrativa irregular de la persona”.
A todo ello hay que sumar el hecho de que la “exposición a las escenas de guerra, hostilidad e historia de trauma previas al conflicto” está relacionada con el desarrollo del trastorno por estrés postraumático, según expone un documento[2] de la Universitat Autónoma de Barcelona.
Por otra parte, las personas que ejercen la violencia también sufren secuelas psicológicas. Por ejemplo, entre 2008 y 2017 alrededor de 60.000 veteranos de guerra estadounidenses se suicidaron, según datos[3] del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EEUU.
Efectos negativos de los conflictos bélicos en las personas con problemas de salud mental
SALUD MENTAL ESPAÑA incide en la necesidad de formación específica en salud mental del personal que realiza el traslado o evacuación de las personas con problemas de salud mental a zonas seguras.
Las personas con problemas de salud mental en situaciones de conflicto no pueden acceder al apoyo psicosocial o al tratamiento farmacológico que necesitan dentro de su país, pero cuando se encuentran en situación de desplazadas carecen de la “documentación” necesaria o de las habilidades y recursos necesarios para acceder a estos servicios esenciales para evitar un mayor deterioro de su estado de salud.
Sobre el tratamiento de los conflictos armados por parte de los medios de comunicación y la salud mental
La cobertura mediática de algunas situaciones bélicas o emergencias humanitarias es intensa y permanente, y se centra en gran medida en las experiencias personales de las víctimas. Las personas en la “periferia” del conflicto asistimos como espectadores/as al horror y sufrimiento humanos, lo que genera impotencia, incomprensión y puede incrementar los niveles de estrés y ansiedad.
Los medios de comunicación deben informar desde el rigor y el respeto a las víctimas, evitando la exposición explícita de las peores consecuencias sobre las personas (imágenes de cadáveres, por ejemplo), que pueden producir un trauma en las personas que reciben estas escenas, especialmente en niños y niñas. Además, desde SALUD MENTAL ESPAÑA avisan del error que supone vincular la violencia, maldad y avaricia de quienes impulsan los conflictos con un malestar de salud mental, algo que, además, estigmatiza gravemente a las personas que están sufriendo un problema de salud mental. Por ello, el tratamiento responsable de la información por parte de los medios de comunicación es fundamental.
Ciertas especulaciones (uso de armas nucleares, posible guerra mundial) causan miedo, incertidumbre, impactan directamente en la salud mental de la sociedad y son difíciles de gestionar. Una de las vías de escape ante tal presión es la solidaridad y una recomendación es el consumo responsable de la información.
Reivindicaciones
SALUD MENTAL ESPAÑA reclama la paralización de todos los conflictos bélicos a nivel global, en los que se están vulnerando los DDHH de la población civil a la que se expone a una situación de riesgo, pobreza y sufrimiento que precariza su salud mental.
También, pide a los países occidentales solidaridad en la acogida de personas refugiadassin discriminación por país de origen, etnia, color de piel, sexo, edad, discapacidad, etc. y la puesta en marcha de servicios de atención a la salud mental que permitan atender con urgencia a las personas que huyen de las guerras y a las que resisten en zonas de conflicto. Así como la disposición de recursos de apoyo a las personas con discapacidad, que sean públicos, gratuitos, universales y accesibles.
Otro factor decisivo para garantizar una gestión humana de estas crisis es la participación activa de las organizaciones sociales de la salud mental, tanto a escala europea como española, en el diseño, despliegue y seguimiento de las políticas y estrategias públicas de acogida a personas refugiadas o en otras situaciones de protección internacional, para que estas estructuras, sistemas y procesos sean inclusivos y accesibles y tengan presente la dimensión de la salud mental desde un enfoque de derechos humanos.
Por último, se hace necesario dotar de apoyo material y económico a las ONG que realizan actividades humanitarias y sociales en campos de refugiados, fronteras, costas y en los países de destino para que puedan desempeñar su labor social, promoviendo la integración de la atención a la salud mental, con perspectiva de género y enfocada en las necesidades de cada persona.
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