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A través del modelo de recuperación adquirí conocimientos y herramientas para afrontar positivamente la salud mental y empoderarme: pude reflexionar sobre mi vida, qué emociones he sentido, a qué tensiones me he visto sometida, para elaborar el duelo… Incorporé esas técnicas, como cuidadora y a nivel personal, sintiendo que cuento con redes de apoyo y conociendo recursos para afrontar los problemas de salud mental. Cuando fui capaz de tomar decisiones, cuidarme y recuperar mi proyecto vital, fui capaz de ayudar a las familias.

Tuve la fortuna de participar en el programa PROSPECT, primero como participante en ASAENES Salud Mental Sevilla y posteriormente, tras recibir la formación, como facilitadora.

En los cursos vemos cómo la familia plasma cuánto dolor, culpa y tristeza hay en su interior. Día a día, van sacando estas piedras que cargan y se liberan. Aprenden a elaborar su propio duelo, a conocer a la nueva persona en que se ha convertido su familiar y amarla. La escucha activa, la comunicación asertiva, tener un espacio donde compartir sin juicios, la generosidad y afecto que se transmiten en el grupo, es esencial.

Adquirí este compromiso tras realizar el programa de intervención familiar [psicoeducación, PROSPECT, (GAM-Grupo de Ayuda Mutua)], donde pude recuperar mi proyecto de vida y acompañar a mi hermano y mis padres en sus procesos de recuperación. Sentí una gratitud eterna al movimiento asociativo, así como la responsabilidad de compartir con las familias lo que yo recibí, y transmitirles con mi experiencia que la recuperación es posible.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Para mí, el modelo de recuperación ha sido como volver a nacer. Entendí que podía recuperar mi proyecto vital y el de mi familia, que esto tiene que ver con la aceptación y con un cambio de modelo de familia hiperprotectora a uno de familia activa, formada y empoderada, que valora el autocuidado y la autocompasión. Cuidarse para cuidar y acompañar a su familiar, apoyándole en su proyecto de vida, desde la salud y no desde la enfermedad. Si no cuidamos al cuidador, el familiar también enferma.

El programa de intervención familiar debería ser el programa estrella para la recuperación y empoderamiento de las familias, especialmente en estos tiempos de pandemia donde se ha demostrado cómo el aislamiento, el cuidado de familiares y la falta de apoyos han deteriorado su salud física, psíquica, emocional y su calidad de vida. Es esencial incorporar el autocuidado (tan importante es cuidar como el cuidado personal y emocional propio), la autocompasión (transitar por momentos difíciles con amabilidad y comprensión hacia nosotros/as mismos/as), técnicas de relajación, talleres de yoga, mindfulness…

Destaco la figura del asistente personal en salud mental, que tan buenos resultados está dando especialmente en el entorno rural. Es un apoyo esencial para que las personas con experiencia propia mejoren su calidad de vida, llevando a cabo su proyecto vital, promoviendo su independencia y siendo un apoyo para cuidar a la familia.

Cuidarnos para cuidar es amar y valorar al otro como parte de uno mismo. “Cuida de mis sueños, cuida de mi vida… Cuida a quien te cuida. Yo seré el abrazo que te alivia” (Jorge Drexler).

 

 

Artículo de opinión, pertenenciente a la sección "La Voz de SALUD MENTAL ESPAÑA", publicado en el nº 1 de la Revista Encuentro, 2022.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/4"][vc_btn title="VOLVER A NOTICIAS" style="gradient-custom" gradient_custom_color_1="#ffffff" gradient_custom_color_2="#ffffff" gradient_text_color="#005b50" shape="square" align="center" i_icon_fontawesome="fa fa-chevron-circle-left" add_icon="true" link="url:%2Fnoticias%2F|title:NOTICIAS||"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][/vc_row]
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Cuidarme para cuidar

22/08/2022

Artículo de opinión de Ana Ochoa, familiar de una persona con experiencia propia y voluntaria en ASAENES Salud Mental Sevilla. Publicado en el nº 1 de la Revista Encuentro, año 2022.
Ana Ochoa

Mi historia como familiar de una persona con experiencia propia en salud mental me llevó a implicarme con el movimiento asociativo, a través del voluntariado, para mejorar la calidad de vida y defender los derechos de las personas con experiencia propia y sus familias.

A través del modelo de recuperación adquirí conocimientos y herramientas para afrontar positivamente la salud mental y empoderarme: pude reflexionar sobre mi vida, qué emociones he sentido, a qué tensiones me he visto sometida, para elaborar el duelo… Incorporé esas técnicas, como cuidadora y a nivel personal, sintiendo que cuento con redes de apoyo y conociendo recursos para afrontar los problemas de salud mental. Cuando fui capaz de tomar decisiones, cuidarme y recuperar mi proyecto vital, fui capaz de ayudar a las familias.

Tuve la fortuna de participar en el programa PROSPECT, primero como participante en ASAENES Salud Mental Sevilla y posteriormente, tras recibir la formación, como facilitadora.

En los cursos vemos cómo la familia plasma cuánto dolor, culpa y tristeza hay en su interior. Día a día, van sacando estas piedras que cargan y se liberan. Aprenden a elaborar su propio duelo, a conocer a la nueva persona en que se ha convertido su familiar y amarla. La escucha activa, la comunicación asertiva, tener un espacio donde compartir sin juicios, la generosidad y afecto que se transmiten en el grupo, es esencial.

Adquirí este compromiso tras realizar el programa de intervención familiar [psicoeducación, PROSPECT, (GAM-Grupo de Ayuda Mutua)], donde pude recuperar mi proyecto de vida y acompañar a mi hermano y mis padres en sus procesos de recuperación. Sentí una gratitud eterna al movimiento asociativo, así como la responsabilidad de compartir con las familias lo que yo recibí, y transmitirles con mi experiencia que la recuperación es posible.

Para mí, el modelo de recuperación ha sido como volver a nacer. Entendí que podía recuperar mi proyecto vital y el de mi familia, que esto tiene que ver con la aceptación y con un cambio de modelo de familia hiperprotectora a uno de familia activa, formada y empoderada, que valora el autocuidado y la autocompasión. Cuidarse para cuidar y acompañar a su familiar, apoyándole en su proyecto de vida, desde la salud y no desde la enfermedad. Si no cuidamos al cuidador, el familiar también enferma.

El programa de intervención familiar debería ser el programa estrella para la recuperación y empoderamiento de las familias, especialmente en estos tiempos de pandemia donde se ha demostrado cómo el aislamiento, el cuidado de familiares y la falta de apoyos han deteriorado su salud física, psíquica, emocional y su calidad de vida. Es esencial incorporar el autocuidado (tan importante es cuidar como el cuidado personal y emocional propio), la autocompasión (transitar por momentos difíciles con amabilidad y comprensión hacia nosotros/as mismos/as), técnicas de relajación, talleres de yoga, mindfulness

Destaco la figura del asistente personal en salud mental, que tan buenos resultados está dando especialmente en el entorno rural. Es un apoyo esencial para que las personas con experiencia propia mejoren su calidad de vida, llevando a cabo su proyecto vital, promoviendo su independencia y siendo un apoyo para cuidar a la familia.

Cuidarnos para cuidar es amar y valorar al otro como parte de uno mismo. “Cuida de mis sueños, cuida de mi vida… Cuida a quien te cuida. Yo seré el abrazo que te alivia” (Jorge Drexler).

 

 

Artículo de opinión, pertenenciente a la sección «La Voz de SALUD MENTAL ESPAÑA», publicado en el nº 1 de la Revista Encuentro, 2022.