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    [post_content] => [vc_row][vc_column][vc_column_text]La pandemia provocada por el COVID-19 ha cambiado por completo el panorama de atención a la salud mental, especialmente durante la etapa del confinamiento y el estado de alarma que se estableció a nivel nacional. Las entidades de SALUD MENTAL ESPAÑA han tenido que hacer un ejercicio de adaptación a las nuevas circunstancias en tiempo récord y ante una situación especialmente complicada para la salud mental, no solo de las personas con un trastorno mental previo, sino de la población general. Repasamos algunas de las formas en las que el movimiento asociativo se ha enfrentado al reto de seguir dando la atención de siempre, creando nuevos servicios o herramientas, y sin perder de vista a las personas más vulnerables.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/2"][vc_single_image image="76738" img_size="full" add_caption="yes" alignment="center" onclick="img_link_large" img_link_target="_blank"][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_column_text]Cada territorio ha vivido esta situación con sus propias características. “Andalucía es tan amplia como grande es la necesidad de atención a la salud mental”, indican desde FEAFES Andalucía Salud Mental. “Siempre nos hemos considerado un servicio esencial, aunque la administración no nos haya reconocido como tal, por eso en ningún momento se ha dejado de atender a las personas usuarias, ni sus familiares”.

AFESA Salud Mental Asturias ha visto modificado el desarrollo habitual de todas y cada una de las actividades y servicios que llevan a cabo. Durante el estado de alarma, la atención telefónica y telemática se convirtió en el principal servicio, y solamente se llevó a cabo de manera parcial la actividad presencial en la vivienda supervisada y el mantenimiento de las fincas de inclusión. A partir de la finalización de este estado, la federación asturiana elaboró protocolos y planes de contingencia para llevar a cabo de manera escalonada la vuelta a la nueva normalidad.

En Canarias, las entidades que gestionan recursos alojativos tuvieron que adaptarse en tiempo récord a la normativa sanitaria, lo cual planteó retos importantes añadidos a la escasez de equipos de protección individual. El resto de recursos y servicios se han adaptado a la vía telemática, prestando todos los apoyos precisos, según la Federación Salud Mental Canarias.

Algo similar ocurrió en la Asociación Cántabra Pro Salud Mental (ASCASAM), que durante el estado de alarma suspendió las actividades presenciales en los centros de atención diurna prestando, a partir de ese momento, apoyos de forma frecuente vía telefónica y telemática. También se puso en marcha un servicio de atención psicológica telefónica con gran éxito. Las estructuras residenciales tuvieron que reforzar sus plantillas por las consecuencias que en las personas atendidas estaba teniendo el confinamiento. Fue a partir de la Fase II cuando se comenzaron a realizar atenciones comunitarias.

La situación provocada por el COVID-19, llevó a la suspensión de varios servicios y prestaciones de carácter presencial en Castilla y León. Según la Federación Salud Mental Castilla y León, el movimiento asociativo de esta región “ha sabido reinventarse desde el primer día de confinamiento y readaptar sus servicios y programas, prestando apoyos de manera telemática, realizando acompañamientos puntuales y/o intervenciones en domicilios cuando la situación lo ha requerido”. Entre otros aspectos, se estableció un Plan de Intervención cuyo fin último era disponer de los apoyos y atención para la autonomía personal y para el apoyo a las familias o personas cuidadoras.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Entre el 13 de marzo y el 14 de junio de 2020, 45 entidades federadas a Salut Mental Catalunya y 114 de sus programas y servicios, participaron en la elaboración de cinco informes de demandas y necesidades en el contexto de pandemia por el COVID-19, con 5.010 personas atendidas. De esta forma, en este período, la federación catalana realizó un trabajo de detección de las principales necesidades de las personas, relativas al malestar emocional, angustia y preocupaciones, necesidad de apoyo emocional y/o psicológico, y empeoramiento del problema de salud mental.

Desde la Asociación Salud Mental Ceuta, la adaptación a la nueva realidad fue muy rápida. “Ya en la primera semana del estado de alarma transformamos los programas a un formato telemático. Y cuando llegamos a fase 1, retomamos la atención presencial desdoblando horarios y haciendo sesiones con grupos más pequeños”, explican desde la entidad.

Para llegar a las asociaciones, a las personas usuarias, a las familias y a las y los profesionales, Feafes Salud Mental Extremadura optó por un modelo “de cercanía y constante disponibilidad, enseñando y apoyando a convivir con la adversidad y el dolor en ocasiones, con una actitud positiva y una capacidad de adaptación ejemplar”. La federación extremeña destaca que “la lección aprendida es que situaciones como esta son transformadoras, que hemos dado ejemplo de fortaleza y que todas las personas, en un momento dado, podemos ser vulnerables”.

En el caso de Saúde Mental FEAFES Galicia, suspendió la atención presencial habitual en todos sus centros (a excepción de los recursos residenciales) y se centró en realizar atención telemática continuada y una coordinación constante con el resto de agentes sociales y sanitarios. “No obstante, hubo que llevar a cabo actuaciones presenciales en aquellos casos más complejos y urgentes”, puntualizan. En total, se realizaron más de 26.000 llamadas y 2.500 acompañamientos presenciales, atendiendo a un total de 7.405 personas entre la federación gallega y sus asociaciones miembro.

La Asociación Salud Mental La Rioja, por su parte, adaptó sus servicios a través de la puesta en marcha de un plan de atención, intervención y seguimiento en domicilio y/o entorno de las personas usuarias y sus familias. De esta forma, aseguró la continuidad de la atención a través, por un lado, de medios telefónicos y telemáticos, y por otro, a nivel presencial mediante visitas domiciliares en situaciones de urgencia y/o acompañamiento terapéutico en los casos autorizados.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image="76744" img_size="full" add_caption="yes"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El movimiento asociativo de la Federación Salud Mental Región de Murcia redobló su compromiso durante la pandemia habilitando herramientas telemáticas para incrementar y mejorar las atenciones individualizadas. Esto se llevó a cabo con la creación de un teléfono de atención para familiares o la posibilidad de comunicación postal entre el servicio de prisiones y las personas con problemas de salud mental internas en Instituciones Penitenciarias.

En el País Vasco, las asociaciones de Fedeafes adaptaron sus servicios para apoyar a las personas, trabajando durante el confinamiento de forma muy intensiva, y apoyando a las personas y a las familias. Los servicios residenciales fueron atendidos y reforzados durante el confinamiento y, posteriormente, los servicios de apoyo a la vida independiente también se han intensificado. Además, los centros de día han continuado su actividad, y se ha utilizado el seguimiento telefónico, así como canales digitales y atención personalizada.

Desde la Federació Salut Mental Comunitat Valenciana, afirman que han tenido que reinventarse para continuar ofreciendo una atención de calidad a través de medios telemáticos. “Al inicio de la pandemia los y las profesionales estábamos preocupados por ver cómo iban a afrontar esta situación las personas con problemas de salud mental de nuestro movimiento asociativo, pero nos ha sorprendido gratamente que la mayor parte se haya adaptado de manera muy favorable a esta nueva situación mostrando una gran resiliencia”, aseguran.

En el caso de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME), se continuó con la atención durante toda la pandemia por vía telefónica, presencial cuando era necesario, y a través de internet. La entidad llevó a cabo numerosas actividades online, “como cine fórum, salidas culturales a través de internet y muy especialmente enlaces a vídeos de relajación realizados por nuestros psicoterapeutas”. Se convocó además un concurso de microrrelatos que premió la expresión literaria de las emociones surgidas durante el confinamiento.

En definitiva, el movimiento asociativo ha sido un ejemplo de adaptación de sus servicios y atención a la salud mental durante este período difícil, y continúa siéndolo en la actualidad ante esta época de incertidumbre.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Reportaje publicado en el nº 2 de la Revista Encuentro, 2020.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/4"][vc_btn title="VOLVER A NOTICIAS" style="gradient-custom" gradient_custom_color_1="#ffffff" gradient_custom_color_2="#ffffff" gradient_text_color="#005b50" shape="square" align="center" i_icon_fontawesome="fa fa-chevron-circle-left" add_icon="true" link="url:%2Fnoticias%2F|title:NOTICIAS||"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][/vc_row]
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El movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA, ejemplo de adaptación durante la pandemia

24/03/2021

Reportaje publicado en el nº 2 de la revista Encuentro, sobre el ejercicio de adaptación de las entidades del movimiento asociativo SALUD MENTAL ESPAÑA durante este año de pandemia por el COVID-19.

La pandemia provocada por el COVID-19 ha cambiado por completo el panorama de atención a la salud mental, especialmente durante la etapa del confinamiento y el estado de alarma que se estableció a nivel nacional. Las entidades de SALUD MENTAL ESPAÑA han tenido que hacer un ejercicio de adaptación a las nuevas circunstancias en tiempo récord y ante una situación especialmente complicada para la salud mental, no solo de las personas con un trastorno mental previo, sino de la población general. Repasamos algunas de las formas en las que el movimiento asociativo se ha enfrentado al reto de seguir dando la atención de siempre, creando nuevos servicios o herramientas, y sin perder de vista a las personas más vulnerables.

Actividad del movimiento asociativo de Castilla y Leon durante el estado de alarma
Actividad del movimiento asociativo de Castilla y Leon durante el estado de alarma

Cada territorio ha vivido esta situación con sus propias características. “Andalucía es tan amplia como grande es la necesidad de atención a la salud mental”, indican desde FEAFES Andalucía Salud Mental. “Siempre nos hemos considerado un servicio esencial, aunque la administración no nos haya reconocido como tal, por eso en ningún momento se ha dejado de atender a las personas usuarias, ni sus familiares”.

AFESA Salud Mental Asturias ha visto modificado el desarrollo habitual de todas y cada una de las actividades y servicios que llevan a cabo. Durante el estado de alarma, la atención telefónica y telemática se convirtió en el principal servicio, y solamente se llevó a cabo de manera parcial la actividad presencial en la vivienda supervisada y el mantenimiento de las fincas de inclusión. A partir de la finalización de este estado, la federación asturiana elaboró protocolos y planes de contingencia para llevar a cabo de manera escalonada la vuelta a la nueva normalidad.

En Canarias, las entidades que gestionan recursos alojativos tuvieron que adaptarse en tiempo récord a la normativa sanitaria, lo cual planteó retos importantes añadidos a la escasez de equipos de protección individual. El resto de recursos y servicios se han adaptado a la vía telemática, prestando todos los apoyos precisos, según la Federación Salud Mental Canarias.

Algo similar ocurrió en la Asociación Cántabra Pro Salud Mental (ASCASAM), que durante el estado de alarma suspendió las actividades presenciales en los centros de atención diurna prestando, a partir de ese momento, apoyos de forma frecuente vía telefónica y telemática. También se puso en marcha un servicio de atención psicológica telefónica con gran éxito. Las estructuras residenciales tuvieron que reforzar sus plantillas por las consecuencias que en las personas atendidas estaba teniendo el confinamiento. Fue a partir de la Fase II cuando se comenzaron a realizar atenciones comunitarias.

La situación provocada por el COVID-19, llevó a la suspensión de varios servicios y prestaciones de carácter presencial en Castilla y León. Según la Federación Salud Mental Castilla y León, el movimiento asociativo de esta región “ha sabido reinventarse desde el primer día de confinamiento y readaptar sus servicios y programas, prestando apoyos de manera telemática, realizando acompañamientos puntuales y/o intervenciones en domicilios cuando la situación lo ha requerido”. Entre otros aspectos, se estableció un Plan de Intervención cuyo fin último era disponer de los apoyos y atención para la autonomía personal y para el apoyo a las familias o personas cuidadoras.

Entre el 13 de marzo y el 14 de junio de 2020, 45 entidades federadas a Salut Mental Catalunya y 114 de sus programas y servicios, participaron en la elaboración de cinco informes de demandas y necesidades en el contexto de pandemia por el COVID-19, con 5.010 personas atendidas. De esta forma, en este período, la federación catalana realizó un trabajo de detección de las principales necesidades de las personas, relativas al malestar emocional, angustia y preocupaciones, necesidad de apoyo emocional y/o psicológico, y empeoramiento del problema de salud mental.

Desde la Asociación Salud Mental Ceuta, la adaptación a la nueva realidad fue muy rápida. “Ya en la primera semana del estado de alarma transformamos los programas a un formato telemático. Y cuando llegamos a fase 1, retomamos la atención presencial desdoblando horarios y haciendo sesiones con grupos más pequeños”, explican desde la entidad.

Para llegar a las asociaciones, a las personas usuarias, a las familias y a las y los profesionales, Feafes Salud Mental Extremadura optó por un modelo “de cercanía y constante disponibilidad, enseñando y apoyando a convivir con la adversidad y el dolor en ocasiones, con una actitud positiva y una capacidad de adaptación ejemplar”. La federación extremeña destaca que “la lección aprendida es que situaciones como esta son transformadoras, que hemos dado ejemplo de fortaleza y que todas las personas, en un momento dado, podemos ser vulnerables”.

En el caso de Saúde Mental FEAFES Galicia, suspendió la atención presencial habitual en todos sus centros (a excepción de los recursos residenciales) y se centró en realizar atención telemática continuada y una coordinación constante con el resto de agentes sociales y sanitarios. “No obstante, hubo que llevar a cabo actuaciones presenciales en aquellos casos más complejos y urgentes”, puntualizan. En total, se realizaron más de 26.000 llamadas y 2.500 acompañamientos presenciales, atendiendo a un total de 7.405 personas entre la federación gallega y sus asociaciones miembro.

La Asociación Salud Mental La Rioja, por su parte, adaptó sus servicios a través de la puesta en marcha de un plan de atención, intervención y seguimiento en domicilio y/o entorno de las personas usuarias y sus familias. De esta forma, aseguró la continuidad de la atención a través, por un lado, de medios telefónicos y telemáticos, y por otro, a nivel presencial mediante visitas domiciliares en situaciones de urgencia y/o acompañamiento terapéutico en los casos autorizados.

Entrega de premios del concurso de microrrelatos de ASAPME
Entrega de premios del concurso de microrrelatos de ASAPME

El movimiento asociativo de la Federación Salud Mental Región de Murcia redobló su compromiso durante la pandemia habilitando herramientas telemáticas para incrementar y mejorar las atenciones individualizadas. Esto se llevó a cabo con la creación de un teléfono de atención para familiares o la posibilidad de comunicación postal entre el servicio de prisiones y las personas con problemas de salud mental internas en Instituciones Penitenciarias.

En el País Vasco, las asociaciones de Fedeafes adaptaron sus servicios para apoyar a las personas, trabajando durante el confinamiento de forma muy intensiva, y apoyando a las personas y a las familias. Los servicios residenciales fueron atendidos y reforzados durante el confinamiento y, posteriormente, los servicios de apoyo a la vida independiente también se han intensificado. Además, los centros de día han continuado su actividad, y se ha utilizado el seguimiento telefónico, así como canales digitales y atención personalizada.

Desde la Federació Salut Mental Comunitat Valenciana, afirman que han tenido que reinventarse para continuar ofreciendo una atención de calidad a través de medios telemáticos. “Al inicio de la pandemia los y las profesionales estábamos preocupados por ver cómo iban a afrontar esta situación las personas con problemas de salud mental de nuestro movimiento asociativo, pero nos ha sorprendido gratamente que la mayor parte se haya adaptado de manera muy favorable a esta nueva situación mostrando una gran resiliencia”, aseguran.

En el caso de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME), se continuó con la atención durante toda la pandemia por vía telefónica, presencial cuando era necesario, y a través de internet. La entidad llevó a cabo numerosas actividades online, “como cine fórum, salidas culturales a través de internet y muy especialmente enlaces a vídeos de relajación realizados por nuestros psicoterapeutas”. Se convocó además un concurso de microrrelatos que premió la expresión literaria de las emociones surgidas durante el confinamiento.

En definitiva, el movimiento asociativo ha sido un ejemplo de adaptación de sus servicios y atención a la salud mental durante este período difícil, y continúa siéndolo en la actualidad ante esta época de incertidumbre.

Reportaje publicado en el nº 2 de la Revista Encuentro, 2020.