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[post_content] => [vc_row][vc_column][vc_column_text]Suena el despertador, un poco más tarde que cuando ibas a la oficina. Vas de cabeza a la ducha y, mientras preparas el desayuno, todavía bostezando, enciendes el portátil. Este sencillo gesto, que antes de la pandemia realizabas tras pelearte con el tráfico o bajarte del metro o el cercanías, es ahora casi inmediato. El ordenador del trabajo se ha convertido en un accesorio más de la casa. Tu hogar, al que antes regresabas a descansar y desconectar, es hoy también tu oficina, y los deberes y las prisas se cuelan entre las paredes que tú misma has decorado. Si tienes niños o niñas, conjugas todo esto con prepararles y llevarles al colegio. Cada día bendices ese rato de más para dormir y cada día maldices perderte las risas de tus compañeros y compañeras en la pausa del café. A cambio, abres Whatsapp, Teams, Meet, Zoom, o la aplicación que corresponda ese día, y te dispones, un lunes más, a hablarle a una pantalla en tu ropa más cómoda. Teletrabajar tiene indudables ventajas, pero algo no termina de convencerte… ¿está afectando a tu salud mental?[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/2"][vc_single_image image="80125" img_size="full" alignment="center" onclick="link_image"][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_column_text]La pandemia por COVID-19 ha incrementado de forma inesperada el teletrabajo. Para muchas personas, se trata de una experiencia nueva y, si bien puede tener numerosos beneficios, también presenta una serie de desventajas que pueden comprometer la salud mental de las personas teletrabajadoras.
Joseba Rico, psicólogo y subdirector de AMAFE (Asociación Madrileña de amigos y familiares de enfermos con esquizofrenia), advierte de los riesgos que puede tener esta forma de desarrollar la labor profesional: “El ambiente puede no ser el más apto para la realización de sus actividades. También existe la posibilidad de que se dé un exceso de sedentarismo, pueden aumentar los conflictos dentro del sistema familiar, llevar a horarios ilimitados que invadan toda la semana, o que las personas se sientan aisladas debido al escaso contacto social. Todo ello puede favorecer que aparezcan sensaciones de soledad, estrés y ansiedad”.
Si no se mantienen las condiciones idóneas, mantener el teletrabajo durante un largo período de tiempo incrementa las probabilidades de padecer problemas tanto físicos como de salud mental. Rico apunta que, además de los riesgos propios del teletrabajo, hay que añadir aquellos derivados de la pandemia, como “la incertidumbre con respecto al futuro, situaciones económicas comprometidas, el distanciamiento social, el miedo al contagio, la fatiga, la desesperanza o la pérdida”.
En una encuesta realizada recientemente a 7.000 personas de varios países europeos (entre ellos, España) que han trabajado desde casa a raíz de la pandemia, se refleja que muchas de ellas opinan que este formato es mejor para la flexibilidad y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y, sin embargo, la mayoría está de acuerdo en que es más probable que la oficina les ayude a mejorar la motivación y la productividad.
A los síntomas físicos que reportan las personas encuestadas (ojos cansados -53%-, dolores de cabeza -49%- y dolores de espalda -48%-), se suman los emocionales. El 43% se sintió cansado o sin energía, el 36% declaró que se sentía solo o aislado, y el 52% reportó estrés y ansiedad debido a la necesidad de estar siempre conectado.
Además, el 40% afirmó que sentía que necesitaba estar disponible en todo momento, mientras que el 32% sintió que no podía separar el hogar de la oficina. Otro 30% creía que estaba demasiado ocupado para tomar un descanso.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
“El 52% de las personas que trabajan desde casa reporta estrés y ansiedad por la necesidad de estar siempre conectado"
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]“Frente a estas dificultades, conviene poner en práctica una serie de recomendaciones”, explica Joseba Rico. “En primer lugar, identificar y acondicionar un lugar donde trabajar de manera estable, manteniendo los espacios ordenados y limpios, así como cuidar la salud postural. También es fundamental cuidar los aspectos organizativos del teletrabajo, planificar la jornada laboral y, al finalizar, desconectar del trabajo y centrarse en actividades del ámbito personal o familiar”.
Hay que tener en cuenta que cada persona tiene una situación distinta, lo que implica diferentes retos de afrontamiento en cada caso. “Para aquellas personas que tienen que conciliar el teletrabajo con el cuidado de sus hijos e hijas, los aspectos organizativos, la estructuración del tiempo y de los espacios es, si cabe, todavía más importante. Este desafío se intensifica en las temporadas en que los hijos no acuden a clase. Así, uno de los beneficios de conciliación y libertad temporal que podría suponer el teletrabajo, en estas circunstancias se convierte en fuente de interrupciones y frustración, especialmente en el caso de las mujeres que, con los hijos presentes en casa durante la jornada laboral, tienden también a asumir mayores cargas en la crianza”, asegura el subdirector de AMAFE.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
"Es importante para las personas teletrabajadoras cuidar su red social y mantenerse cerca de sus amistades y familia"
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image="80123" img_size="full" onclick="link_image"][vc_column_text]Para las personas que viven solas, “relacionarse y mantenerse en contacto con familiares, amigos y personas allegadas resulta fundamental para evitar que se incremente la sensación de soledad”, afirma Rico, quien añade que “mientras duren las restricciones a la movilidad y el distanciamiento social y se focalice más en esta modalidad laboral, las relaciones interpersonales laborales tenderán a ser más superficiales y será realmente importante para las personas teletrabajadoras cuidar su red social y mantenerse cerca de sus amistades y familia”.Teletrabajar con un problema de salud mentalÁngel Urbina, representante del Comité Pro Salud Mental En Primera Persona de SALUD MENTAL ESPAÑA, trabaja como ingeniero industrial en una compañía considerada servicio esencial, por lo que durante el confinamiento alternó el teletrabajo con el formato presencial. Urbina supo desde el principio que cuidar la salud física y mental era un “aspecto crítico”, por lo que, en los períodos en los que trabajó desde casa, desarrolló rutinas con su familia, como realizar ejercicio o cocinar.
El hecho de convivir con un trastorno mental ha permitido a Urbina, según él mismo explica, ser más consciente de la necesidad de cuidar la salud mental: “Soy una persona que he tenido experiencia en confinamientos previos por mis problemas de salud mental. Eso me hizo ser más resiliente e incluso me hizo ser capaz de relativizar la situación y me permitió ayudar a otras personas que no habían tenido esa experiencia”.
Como presidente de la asociación La Muralla, en Tarragona, ha visto ambos extremos: personas para las que el teletrabajo resulta una mala experiencia, y otras para las que no. “Como punto positivo, creo que esta experiencia colectiva de aislamiento ha permitido que mucha gente se dé cuenta de la situación en que viven estas personas, haya o no haya aislamiento. Y de la importancia de la comunidad como factor de salud mental en las personas”, señala.
Para cuidar la salud mental en esta época es muy importante “establecer una rutina de trabajo durante el día para ser más eficiente y poder ejecutar todas las actividades planificadas, además de establecer horarios realizando pausas”, explica Rico. Siempre que sea posible, es conveniente establecer conversaciones periódicas con los equipos de trabajo, desconectar al terminar la jornada, e integrar la vida social y familiar, procurando siempre generar espacios para los autocuidados.
Urbina concluye con un mensaje optimista: “El trabajo en remoto permite a las personas replantearse muchas cosas, disfrutar de más tiempo para ellas y sus familias. Sé que es un desafío en salud mental de la población de primer orden. Aquellos que sepan ser disciplinados internamente saldrán fortalecidos”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Reportaje publicado en el nº 1 de la Revista Encuentro, 2021.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/4"][vc_btn title="VOLVER A NOTICIAS" style="gradient-custom" gradient_custom_color_1="#ffffff" gradient_custom_color_2="#ffffff" gradient_text_color="#005b50" shape="square" align="center" i_icon_fontawesome="fa fa-chevron-circle-left" add_icon="true" link="url:%2Fnoticias%2F|title:NOTICIAS||"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][/vc_row]
[post_title] => Un día en… Trabajar desde casa, un arma de doble filo para la salud mental
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Un día en… Trabajar desde casa, un arma de doble filo para la salud mental
27/09/2021
Reportaje sobre los cuidados de la salud mental durante el teletrabajo en época de pandemia por el COVID-19. Publicado en el nº 1 de la Revista Encuentro del año 2021.
Suena el despertador, un poco más tarde que cuando ibas a la oficina. Vas de cabeza a la ducha y, mientras preparas el desayuno, todavía bostezando, enciendes el portátil. Este sencillo gesto, que antes de la pandemia realizabas tras pelearte con el tráfico o bajarte del metro o el cercanías, es ahora casi inmediato. El ordenador del trabajo se ha convertido en un accesorio más de la casa. Tu hogar, al que antes regresabas a descansar y desconectar, es hoy también tu oficina, y los deberes y las prisas se cuelan entre las paredes que tú misma has decorado. Si tienes niños o niñas, conjugas todo esto con prepararles y llevarles al colegio. Cada día bendices ese rato de más para dormir y cada día maldices perderte las risas de tus compañeros y compañeras en la pausa del café. A cambio, abres Whatsapp, Teams, Meet, Zoom, o la aplicación que corresponda ese día, y te dispones, un lunes más, a hablarle a una pantalla en tu ropa más cómoda. Teletrabajar tiene indudables ventajas, pero algo no termina de convencerte… ¿está afectando a tu salud mental?
La pandemia por COVID-19 ha incrementado de forma inesperada el teletrabajo. Para muchas personas, se trata de una experiencia nueva y, si bien puede tener numerosos beneficios, también presenta una serie de desventajas que pueden comprometer la salud mental de las personas teletrabajadoras.
Joseba Rico, psicólogo y subdirector de AMAFE (Asociación Madrileña de amigos y familiares de enfermos con esquizofrenia), advierte de los riesgos que puede tener esta forma de desarrollar la labor profesional: “El ambiente puede no ser el más apto para la realización de sus actividades. También existe la posibilidad de que se dé un exceso de sedentarismo, pueden aumentar los conflictos dentro del sistema familiar, llevar a horarios ilimitados que invadan toda la semana, o que las personas se sientan aisladas debido al escaso contacto social. Todo ello puede favorecer que aparezcan sensaciones de soledad, estrés y ansiedad”.
Si no se mantienen las condiciones idóneas, mantener el teletrabajo durante un largo período de tiempo incrementa las probabilidades de padecer problemas tanto físicos como de salud mental. Rico apunta que, además de los riesgos propios del teletrabajo, hay que añadir aquellos derivados de la pandemia, como “la incertidumbre con respecto al futuro, situaciones económicas comprometidas, el distanciamiento social, el miedo al contagio, la fatiga, la desesperanza o la pérdida”.
En una encuesta realizada recientemente a 7.000 personas de varios países europeos (entre ellos, España) que han trabajado desde casa a raíz de la pandemia, se refleja que muchas de ellas opinan que este formato es mejor para la flexibilidad y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y, sin embargo, la mayoría está de acuerdo en que es más probable que la oficina les ayude a mejorar la motivación y la productividad.
A los síntomas físicos que reportan las personas encuestadas (ojos cansados -53%-, dolores de cabeza -49%- y dolores de espalda -48%-), se suman los emocionales. El 43% se sintió cansado o sin energía, el 36% declaró que se sentía solo o aislado, y el 52% reportó estrés y ansiedad debido a la necesidad de estar siempre conectado.
Además, el 40% afirmó que sentía que necesitaba estar disponible en todo momento, mientras que el 32% sintió que no podía separar el hogar de la oficina. Otro 30% creía que estaba demasiado ocupado para tomar un descanso.
“El 52% de las personas que trabajan desde casa reporta estrés y ansiedad por la necesidad de estar siempre conectado»
“Frente a estas dificultades, conviene poner en práctica una serie de recomendaciones”, explica Joseba Rico. “En primer lugar, identificar y acondicionar un lugar donde trabajar de manera estable, manteniendo los espacios ordenados y limpios, así como cuidar la salud postural. También es fundamental cuidar los aspectos organizativos del teletrabajo, planificar la jornada laboral y, al finalizar, desconectar del trabajo y centrarse en actividades del ámbito personal o familiar”.
Hay que tener en cuenta que cada persona tiene una situación distinta, lo que implica diferentes retos de afrontamiento en cada caso. “Para aquellas personas que tienen que conciliar el teletrabajo con el cuidado de sus hijos e hijas, los aspectos organizativos, la estructuración del tiempo y de los espacios es, si cabe, todavía más importante. Este desafío se intensifica en las temporadas en que los hijos no acuden a clase. Así, uno de los beneficios de conciliación y libertad temporal que podría suponer el teletrabajo, en estas circunstancias se convierte en fuente de interrupciones y frustración, especialmente en el caso de las mujeres que, con los hijos presentes en casa durante la jornada laboral, tienden también a asumir mayores cargas en la crianza”, asegura el subdirector de AMAFE.
«Es importante para las personas teletrabajadoras cuidar su red social y mantenerse cerca de sus amistades y familia»
Para las personas que viven solas, “relacionarse y mantenerse en contacto con familiares, amigos y personas allegadas resulta fundamental para evitar que se incremente la sensación de soledad”, afirma Rico, quien añade que “mientras duren las restricciones a la movilidad y el distanciamiento social y se focalice más en esta modalidad laboral, las relaciones interpersonales laborales tenderán a ser más superficiales y será realmente importante para las personas teletrabajadoras cuidar su red social y mantenerse cerca de sus amistades y familia”.
Teletrabajar con un problema de salud mental
Ángel Urbina, representante del Comité Pro Salud Mental En Primera Persona de SALUD MENTAL ESPAÑA, trabaja como ingeniero industrial en una compañía considerada servicio esencial, por lo que durante el confinamiento alternó el teletrabajo con el formato presencial. Urbina supo desde el principio que cuidar la salud física y mental era un “aspecto crítico”, por lo que, en los períodos en los que trabajó desde casa, desarrolló rutinas con su familia, como realizar ejercicio o cocinar.
El hecho de convivir con un trastorno mental ha permitido a Urbina, según él mismo explica, ser más consciente de la necesidad de cuidar la salud mental: “Soy una persona que he tenido experiencia en confinamientos previos por mis problemas de salud mental. Eso me hizo ser más resiliente e incluso me hizo ser capaz de relativizar la situación y me permitió ayudar a otras personas que no habían tenido esa experiencia”.
Como presidente de la asociación La Muralla, en Tarragona, ha visto ambos extremos: personas para las que el teletrabajo resulta una mala experiencia, y otras para las que no. “Como punto positivo, creo que esta experiencia colectiva de aislamiento ha permitido que mucha gente se dé cuenta de la situación en que viven estas personas, haya o no haya aislamiento. Y de la importancia de la comunidad como factor de salud mental en las personas”, señala.
Para cuidar la salud mental en esta época es muy importante “establecer una rutina de trabajo durante el día para ser más eficiente y poder ejecutar todas las actividades planificadas, además de establecer horarios realizando pausas”, explica Rico. Siempre que sea posible, es conveniente establecer conversaciones periódicas con los equipos de trabajo, desconectar al terminar la jornada, e integrar la vida social y familiar, procurando siempre generar espacios para los autocuidados.
Urbina concluye con un mensaje optimista: “El trabajo en remoto permite a las personas replantearse muchas cosas, disfrutar de más tiempo para ellas y sus familias. Sé que es un desafío en salud mental de la población de primer orden. Aquellos que sepan ser disciplinados internamente saldrán fortalecidos”.
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