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    [post_date] => 2022-02-24 10:45:36
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    [post_content] => [vc_row][vc_column][vc_column_text]No estoy loco. Yo puedo salir de esto sola. No necesito ayuda de nadie. No soy débil. No tengo tiempo. No estoy tan mal…[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Nos ponemos innumerables excusas para no ir a terapia. Por múltiples razones, gran parte de la población tiene todavía miedo y prejuicios a la hora de sentarse junto a un/a profesional de la Psicología y abrirse emocionalmente en el que, casi con total seguridad, no sea el mejor momento de su vida. No es tarea sencilla: todavía la vulnerabilidad se percibe como algo negativo, algo que ocultar a toda costa frente a los demás. En esta sociedad que nos reclama sentirnos bien cada minuto del día, sin excepción, no solo tenemos que ser fuertes, sino también parecerlo. Sin embargo, esa parte menos luminosa, a veces dolorosa, es inherente al ser humano. Las personas expertas coinciden en que la verdadera fortaleza no reside en ocultarla, sino en aceptarla, comprenderla y aprender a lidiar con ella de la mejor forma posible, ya que esto es lo que, si todo va bien, nos ayudará a sentirnos mejor.

“No somos débiles por pedir apoyo, sino más fuertes por exteriorizar nuestras preocupaciones y sentimientos”, asegura Alba Ortiz, psicóloga de Salud Mental Aranda. “Ir a terapia es considerado un tabú para muchas personas, sobre todo porque tomar esta decisión implica reconocer que se tienen dificultades que en un momento concreto no somos capaces de solventar sin ayuda”, explica Ortiz, quien añade que “a esto hay que sumarle la vergüenza, el sentimiento de culpa, el miedo al qué dirán y pensarán de nosotros, la desconfianza…”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image="83835" img_size="full" add_caption="yes" alignment="center" onclick="link_image"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En su día a día, la psicóloga atiende a personas con problemas de salud mental en la entidad en la que trabaja, perteneciente al movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA. En base a su experiencia, Ortiz lo tiene claro: “Tomar la determinación de ponerse en manos de un psicólogo/a es una decisión de personas valientes que no están dispuestas a sucumbir ante un momento de vulnerabilidad, de personas fuertes que quieren levantarse tras la caída y sentirse útiles y, sobre todo, que se quieren a sí mismas”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

“Ha llegado la hora de que las personas se puedan sentir cómodas con sus emociones, comunicarlas y pedir ayuda con total libertad"

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/2"][vc_column_text]En un estudio llevado a cabo, entre otras personas, por Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras, se demuestra que las opiniones de la población acerca de los psicólogos y psicólogas en España es, en su mayoría, positiva. Está considerada, en general, como un área sanitaria importante y necesaria. No obstante, la encuesta indica que tan solo el 5,87% de las personas revelaría a su entorno que está acudiendo a terapia, lo cual pone de manifiesto el estigma que todavía existe en torno a la salud mental. “Aunque los mitos e ideas erróneas sobre la psicología van amortiguándose y reduciéndose, permanecen una serie de ideas que generan expectativas falsas y que dificultan el acceso a la salud mental de toda la población”, asegura Fouce. “Con frecuencia se piensa que el psicólogo puede hacer cosas que no puede hacer -como controlar nuestras mentes o manipularnos-, o se interpreta que posee una especie de poderes mágicos fuera de lo normal”, afirma. El psicólogo también manifiesta que se mantienen ideas como “pensar que uno está `enfermo´ o que está `loco´, un término tradicionalmente usado como insulto y que lleva al estigma”.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width="1/2"][vc_single_image image="83841" img_size="full" add_caption="yes" onclick="link_image"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

“Es un proceso que requiere tiempo, paciencia y esfuerzo. Una sesión no te cambia la vida mágicamente”

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Según Ortiz, en momentos de dificultad emocional las personas tendemos a creer que podemos manejarnos solos o solas, o bien que el mero paso del tiempo suavizará el malestar. Frente a esto, la psicóloga recomienda pedir ayuda si se necesita y, al mismo tiempo, tener claro en qué consiste la terapia. “Es un proceso que requiere tiempo, paciencia y esfuerzo”, no “una sesión que te cambia la vida mágicamente”. Tampoco es una “clase en la que te dirán lo que tienes que hacer”. Por el contrario, “es un vínculo con un profesional que te irá guiando para que descubras por ti mismo tus propias soluciones”, indica Ortiz. Tampoco es un lugar al que solo acude la gente que está profundamente sumergida en un malestar. “Es un espacio al que podemos ir cuando queremos conocernos mejor y obtener un bienestar para prevenir dificultades emocionales más complejas”, señala la psicóloga. ¿Quiénes son más reticentes a pedir ayuda? Según la última Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE), el 5,4% de la población refirió que había consultado a un psicólogo/a, psicoterapeuta o psiquiatra en los últimos 12 meses. La proporción fue mayor en mujeres (6,1%) que en hombres (4,6%).  Y es que el sexo es un factor que puede influir a la hora de pedir ayuda. “Son los hombres, y sobre todo en edad adulta, los que mayores reticencias pueden mostrar”, afirma Ortiz. La psicóloga explica que “los estereotipos de género juegan un papel fundamental en el rechazo a las terapias. Entre los rasgos de la masculinidad tradicional se incluyen la independencia, la asertividad, la fortaleza y la censura de las emociones. El mundo emocional de los hombres se asocia con debilidad y con una falta de autosuficiencia”. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image="83837" img_size="full" alignment="center" onclick="link_image"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Para Ortiz, en un mundo en el que “hombres y mujeres estamos luchando por un reparto más equitativo de los papeles en la sociedad, ha llegado la hora de que las personas (independientemente de su género) se puedan sentir cómodas con sus emociones, comunicarlas y pedir ayuda con total libertad y derecho”. La edad también influye a la hora de buscar ayuda. Según Guillermo Fouce, estamos ante un “cambio generacional en el que entre las personas más jóvenes hay más costumbre de ver que hay gente que va al psicólogo y, por tanto, menos resistencias o ideas preconcebidas o erróneas”. Francisco Javier tiene 51 años, es natural de Aranda de Duero (Burgos), vive solo y le gustan la lectura y la naturaleza.  Además, acude a terapia como parte del tratamiento indicado para su problema de salud mental. Sobre los prejuicios que podía tener sobre ir a terapia previamente a iniciarla, Francisco es claro: “En mi caso era una simple dicotomía, entre perecer o pedir ayuda: la elección estaba bien clara”. Para él, la terapia “ha sido un despertar en mi forma de afrontar ciertas cuestiones que, podríamos decir, se cimentaban en posturas erróneas de base. Por lo tanto, la ayuda, además de vital, ha dado excelentes frutos”. Algo que, según afirma, ha supuesto para él una “sorpresa” porque el resultado ha sido “muy satisfactorio, gracias sobre todo al haber encontrado a una gran terapeuta, y como se suele decir, mejor persona”. Francisco Javier opina que la terapia psicológica “es una buena herramienta que muchas veces es infravalorada”. No ayuda el estigma que pesa sobre los problemas de salud mental, aunque, en su opinión, “se están dando pequeños, pero firmes pasos para revertir esta tendencia”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

“España cuenta en la sanidad pública con 6 profesionales de Psicología por cada 100.000 habitantes, mientras que la media europea se sitúa en 18”

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Falta de profesionales en la sanidad pública

Más allá de los mitos que rodean a la terapia psicológica, el verdadero problema reside en el difícil acceso a profesionales en la sanidad pública. España cuenta con 6 profesionales de Psicología por cada 100.000 habitantes en el Sistema Nacional de Salud, mientras que la media europea se sitúa en 18. La consecuencia es que aquellas personas que económicamente se lo pueden permitir, tienen acceso a terapia privada y, quienes no pueden afrontar este gasto, se enfrentan, en el mejor de los casos, a interminables listas de espera para llegar a una consulta que, en ocasiones y por desgracia, no llega a tiempo. En España, el coste medio de una sesión es de aproximadamente 50 euros/hora, y hay provincias en que la terapia tiene un precio todavía más elevado. Es por eso que desde SALUD MENTAL ESPAÑA se reclama una mayor inversión para aumentar la ratio de profesionales de la Psicología en la Sistema Nacional de Salud. Mientras esto sucede, es fundamental que la población normalice que debemos cuidar nuestra salud mental.  “Saber gestionar las emociones no es sencillo y, sin embargo, es clave para nuestro bienestar”, afirma Ortiz, y concluye: “Los relatos de las personas que acuden a terapia, me transmiten que, en pocas sesiones, han cogido confianza y su apertura emocional les libera y satisface... ¿Por qué no probar?”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Reportaje publicado en el nº 2 de la Revista Encuentro, 2021.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/4"][vc_btn title="VOLVER A NOTICIAS" style="gradient-custom" gradient_custom_color_1="#ffffff" gradient_custom_color_2="#ffffff" gradient_text_color="#005b50" shape="square" align="center" i_icon_fontawesome="fa fa-chevron-circle-left" add_icon="true" link="url:%2Fnoticias%2F|title:NOTICIAS||"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][vc_column width="1/4"][/vc_column][/vc_row] [post_title] => “Ponerse en manos de profesionales de la Psicología es una decisión de personas valientes y fuertes” [post_excerpt] => Un día en… terapia. Reportaje publicado en la Revista Encuentro, nº 2 de 2021. [post_status] => publish [comment_status] => closed [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => un-dia-en-terapia-revista-encuentro [to_ping] => [pinged] => https://consaludmental.org/centro-documentacion/revista-encuentro-n2-2021/ [post_modified] => 2022-03-01 12:46:18 [post_modified_gmt] => 2022-03-01 11:46:18 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://consaludmental.org/?p=83825 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )

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“Ponerse en manos de profesionales de la Psicología es una decisión de personas valientes y fuertes”

24/02/2022

Un día en… terapia. Reportaje publicado en la Revista Encuentro, nº 2 de 2021.

No estoy loco. Yo puedo salir de esto sola. No necesito ayuda de nadie. No soy débil. No tengo tiempo. No estoy tan mal…

Nos ponemos innumerables excusas para no ir a terapia. Por múltiples razones, gran parte de la población tiene todavía miedo y prejuicios a la hora de sentarse junto a un/a profesional de la Psicología y abrirse emocionalmente en el que, casi con total seguridad, no sea el mejor momento de su vida. No es tarea sencilla: todavía la vulnerabilidad se percibe como algo negativo, algo que ocultar a toda costa frente a los demás. En esta sociedad que nos reclama sentirnos bien cada minuto del día, sin excepción, no solo tenemos que ser fuertes, sino también parecerlo. Sin embargo, esa parte menos luminosa, a veces dolorosa, es inherente al ser humano. Las personas expertas coinciden en que la verdadera fortaleza no reside en ocultarla, sino en aceptarla, comprenderla y aprender a lidiar con ella de la mejor forma posible, ya que esto es lo que, si todo va bien, nos ayudará a sentirnos mejor.

No somos débiles por pedir apoyo, sino más fuertes por exteriorizar nuestras preocupaciones y sentimientos”, asegura Alba Ortiz, psicóloga de Salud Mental Aranda. “Ir a terapia es considerado un tabú para muchas personas, sobre todo porque tomar esta decisión implica reconocer que se tienen dificultades que en un momento concreto no somos capaces de solventar sin ayuda”, explica Ortiz, quien añade que “a esto hay que sumarle la vergüenza, el sentimiento de culpa, el miedo al qué dirán y pensarán de nosotros, la desconfianza…”.

Alba Ortiz, psicóloga de Salud Mental Aranda
Alba Ortiz, psicóloga de Salud Mental Aranda

En su día a día, la psicóloga atiende a personas con problemas de salud mental en la entidad en la que trabaja, perteneciente al movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA. En base a su experiencia, Ortiz lo tiene claro: “Tomar la determinación de ponerse en manos de un psicólogo/a es una decisión de personas valientes que no están dispuestas a sucumbir ante un momento de vulnerabilidad, de personas fuertes que quieren levantarse tras la caída y sentirse útiles y, sobre todo, que se quieren a sí mismas”.

“Ha llegado la hora de que las personas se puedan sentir cómodas con sus emociones, comunicarlas y pedir ayuda con total libertad»

En un estudio llevado a cabo, entre otras personas, por Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras, se demuestra que las opiniones de la población acerca de los psicólogos y psicólogas en España es, en su mayoría, positiva. Está considerada, en general, como un área sanitaria importante y necesaria. No obstante, la encuesta indica que tan solo el 5,87% de las personas revelaría a su entorno que está acudiendo a terapia, lo cual pone de manifiesto el estigma que todavía existe en torno a la salud mental.

“Aunque los mitos e ideas erróneas sobre la psicología van amortiguándose y reduciéndose, permanecen una serie de ideas que generan expectativas falsas y que dificultan el acceso a la salud mental de toda la población”, asegura Fouce. “Con frecuencia se piensa que el psicólogo puede hacer cosas que no puede hacer -como controlar nuestras mentes o manipularnos-, o se interpreta que posee una especie de poderes mágicos fuera de lo normal”, afirma. El psicólogo también manifiesta que se mantienen ideas como “pensar que uno está `enfermo´ o que está `loco´, un término tradicionalmente usado como insulto y que lleva al estigma”.

Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras
Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras

“Es un proceso que requiere tiempo, paciencia y esfuerzo. Una sesión no te cambia la vida mágicamente”

Según Ortiz, en momentos de dificultad emocional las personas tendemos a creer que podemos manejarnos solos o solas, o bien que el mero paso del tiempo suavizará el malestar. Frente a esto, la psicóloga recomienda pedir ayuda si se necesita y, al mismo tiempo, tener claro en qué consiste la terapia. “Es un proceso que requiere tiempo, paciencia y esfuerzo”, no “una sesión que te cambia la vida mágicamente”. Tampoco es una “clase en la que te dirán lo que tienes que hacer”. Por el contrario, “es un vínculo con un profesional que te irá guiando para que descubras por ti mismo tus propias soluciones”, indica Ortiz.

Tampoco es un lugar al que solo acude la gente que está profundamente sumergida en un malestar. “Es un espacio al que podemos ir cuando queremos conocernos mejor y obtener un bienestar para prevenir dificultades emocionales más complejas”, señala la psicóloga.

¿Quiénes son más reticentes a pedir ayuda?

Según la última Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE), el 5,4% de la población refirió que había consultado a un psicólogo/a, psicoterapeuta o psiquiatra en los últimos 12 meses. La proporción fue mayor en mujeres (6,1%) que en hombres (4,6%).  Y es que el sexo es un factor que puede influir a la hora de pedir ayuda. “Son los hombres, y sobre todo en edad adulta, los que mayores reticencias pueden mostrar”, afirma Ortiz. La psicóloga explica que “los estereotipos de género juegan un papel fundamental en el rechazo a las terapias. Entre los rasgos de la masculinidad tradicional se incluyen la independencia, la asertividad, la fortaleza y la censura de las emociones. El mundo emocional de los hombres se asocia con debilidad y con una falta de autosuficiencia”.

sanidad pública profesionales psicología

Para Ortiz, en un mundo en el que “hombres y mujeres estamos luchando por un reparto más equitativo de los papeles en la sociedad, ha llegado la hora de que las personas (independientemente de su género) se puedan sentir cómodas con sus emociones, comunicarlas y pedir ayuda con total libertad y derecho”.

La edad también influye a la hora de buscar ayuda. Según Guillermo Fouce, estamos ante un “cambio generacional en el que entre las personas más jóvenes hay más costumbre de ver que hay gente que va al psicólogo y, por tanto, menos resistencias o ideas preconcebidas o erróneas”.

Francisco Javier tiene 51 años, es natural de Aranda de Duero (Burgos), vive solo y le gustan la lectura y la naturaleza.  Además, acude a terapia como parte del tratamiento indicado para su problema de salud mental. Sobre los prejuicios que podía tener sobre ir a terapia previamente a iniciarla, Francisco es claro: “En mi caso era una simple dicotomía, entre perecer o pedir ayuda: la elección estaba bien clara”.

Para él, la terapia “ha sido un despertar en mi forma de afrontar ciertas cuestiones que, podríamos decir, se cimentaban en posturas erróneas de base. Por lo tanto, la ayuda, además de vital, ha dado excelentes frutos”. Algo que, según afirma, ha supuesto para él una “sorpresa” porque el resultado ha sido “muy satisfactorio, gracias sobre todo al haber encontrado a una gran terapeuta, y como se suele decir, mejor persona”.

Francisco Javier opina que la terapia psicológica “es una buena herramienta que muchas veces es infravalorada”. No ayuda el estigma que pesa sobre los problemas de salud mental, aunque, en su opinión, “se están dando pequeños, pero firmes pasos para revertir esta tendencia”.

“España cuenta en la sanidad pública con 6 profesionales de Psicología por cada 100.000 habitantes, mientras que la media europea se sitúa en 18”

Falta de profesionales en la sanidad pública

Más allá de los mitos que rodean a la terapia psicológica, el verdadero problema reside en el difícil acceso a profesionales en la sanidad pública.

España cuenta con 6 profesionales de Psicología por cada 100.000 habitantes en el Sistema Nacional de Salud, mientras que la media europea se sitúa en 18. La consecuencia es que aquellas personas que económicamente se lo pueden permitir, tienen acceso a terapia privada y, quienes no pueden afrontar este gasto, se enfrentan, en el mejor de los casos, a interminables listas de espera para llegar a una consulta que, en ocasiones y por desgracia, no llega a tiempo. En España, el coste medio de una sesión es de aproximadamente 50 euros/hora, y hay provincias en que la terapia tiene un precio todavía más elevado.

Es por eso que desde SALUD MENTAL ESPAÑA se reclama una mayor inversión para aumentar la ratio de profesionales de la Psicología en la Sistema Nacional de Salud.

Mientras esto sucede, es fundamental que la población normalice que debemos cuidar nuestra salud mental.  “Saber gestionar las emociones no es sencillo y, sin embargo, es clave para nuestro bienestar”, afirma Ortiz, y concluye: “Los relatos de las personas que acuden a terapia, me transmiten que, en pocas sesiones, han cogido confianza y su apertura emocional les libera y satisface… ¿Por qué no probar?”.

Reportaje publicado en el nº 2 de la Revista Encuentro, 2021.